Ansia Distancia Resonancia del destino... Luces Sombras Impericia del camino... Suerte Herida La paciencia de un sentido... Vida Espera El motor de tus suspiros...
Podrán pasar milenios y eternas jornadas, Pero nada se puede comparar a un minuto con vos. Puede haber dulzura en el aire, en el agua, en el viento, Pero no sería tan dulce como vos. Podré mirar mil noches, estrellas y soles, Pero nada se compra a mi sol. Podré alcanzar la luna, el cielo, el espacio, De nada serviría si no es por vos. Podré soñar que muero y renazco otra vez, Pero al nacer de nuevo me quedaría sin vos. Podré sentir que sufro mil males, mil penas, Pero las calmaría escuchando tu voz. Podré soñar un alma, un eterno amor, Seguro es porque pienso todo el día en vos.
Che Jesús...
La noche oscura cubre la ciudad, una metrópoli que se cae sobre los hombros de la gente, con su cemento aplasta las miserias y deja en los recuerdos la fuerza de los pueblos...
Allí esta el sufrido hombre de barbas grises por el tiempo, cubierto de mundo y de calle, con tan solo un manto aireado, un negro cielo a sus espaldas y un libro, el libro de sus miserias, el libro de sus historias, el libro, su vida entera...
Arrastra el cuerpo por la senda de la incertidumbre, pensando en el próximo minuto que le tocará vivir, descubre en los ojos de la gente la desesperación y el desarraigo, pero también le duele ver la miseria interna, peor que la externa en estos días...
Piensa, si, piensa que él es libre, pero sus entrañas le dicen que la libertad es solo para los poderosos, para los gigantes devoradores de pueblos...
Es el único ser que ve la destrucción del planeta, que sufre con las pequeñas cosas y no escucha nada más que el llanto de las ciudades que transita con sus pies descalzos y sus nubes de dolor...
No tiene alma, ni siquiera cuerpo, sus entrañas se ven a través de sus ropas rasgadas y eternas...
Sufre la soledad de todo hombre y la sufre en su eternidad, a través del duro destino se lamenta de su obra, trata de renegar la verdad y creer que todo es irreal, que es la cruel pesadilla del ser humano, o es el castigo por jugar a Dios mortal...
Enmarañados sus cabellos desafían al viento, al sol, y al tiempo que sanará sus heridas...
Sus manos tienen la ley de Dios, y sus pies sangran por el sinuoso camino hacia la eterna salvación...
No es el Cristo redentor, es solo el alma de un guerrero que aun no puede llagar el paraíso, porque su obra aun esta en pie, es el alma de los pueblos, es conciencia entre las nubes, es quien nunca será un santo pero santificado es, es orgullo y es verdad, es bravura entre la lluvia que golpea el suelo con su furia, con su espíritu, con su fusil libertador...
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