31 mar 2020

Un Rincón

Fue en esos días de la Francia de antaño,
Cuando entre perfumes de adolescencia escapamos,
De todos,
De aquellos que nos acosaban con las miradas,
De los que juzgaban nuestra danza inmortal,
Lejos de los placeres urbanos,
Huyendo en el Metro nocturno,
Casi como delincuentes que iban a profanar la bóveda secreta de sus almas,
Y lo hicimos,
Abrimos una herida,
La más hermosa entre todas las heridas,
La más profunda,
La insoslayable,
Y enredados en los cielos de París venció el amor,
Triunfó sobre todos los dolores,
Y escapamos,
Y en un rincón de nuestros cuerpos,
Aún hoy
Se pueden ver las marcas,
Las que quedan indelebles,
Las que hicimos esa noche,
Entre el frío seco de un invierno atroz,
Y el valor de nuestros cuerpos,
Que incendiaron el dolor